Con lo que respecta a tu parte, ya abandoné la idea de que vas a regresar. Soy el mas pesimista, y para peor a vos te veo cada vez con menos ganas de que siga perteneciendo en tu vida. No sé muy bien cuando paso, ni como, o capaz si, y no lo supe ver, pero pasó. Y así como pasó, después me di cuenta de muchas señales que me diste y como terco que soy no lo supe ver. ¿Es hora de arrepentimientos? Por acá si, porque lamento tu partida, por allá no, decís que me di cuenta tarde. Que feo.
En cuanto a mí, admito que soy un inútil para rehacer mi vida. Me prometo a cada minuto adelantar algo de la facultad, acomodar mi cajón, y solo sigo sentado frente a la computadora con música bien alta, haciendo clicks en busca de una respuesta quizás. Y admito que es lamentable, de verdad, no tengo los momentos de esparcimiento que tenia el año pasado y cuando me encuentro alguno, me dura 2 horas, quizás 3, pero el día tiene 24 horas. Tuve unos días en los que te fuiste de mi mente, como por arte de magia. Pero bien, nada dura para siempre, y menos en esta situación. Quise salir, me resbalé y caí nuevamente.
Debo levantarme, siempre habrá otro camino.